Semántica, Léxicología
"El significado detrás de las palabras"
"El significado detrás de las palabras"
La Semántica es la teoría del significado. Es una disciplina que acompasa varios niveles y conceptos de significado, ya sea léxico, formal, estructural o funcional.
Es también un campo lleno de debates, pues el significado es más bien un concepto arbitrario, se puede usar una expresión convencionalizada más bonita de la que uno hubiera pensado. Algunas palabras (los sonidos animales en Lingvopedia) tienen un significado "natural", e incluso la lengua animal es simbólica (las abejas se comunican a través de la danza, mientras que las ballenas tienen nombres individuales).
Un caso interesante son los términos utilizados para denominar los colores - a pesar de tener sistemas visuales idénticos, los humanos no se ponen de acuerdo a la hora de clasificar el cotinuum natural de color en nombres de colores. Algunas lenguas tienen entre 2 y 11-12 palabras para los colores simples, siendo el rojo, el primero en ser añadido al negro y al blanco, seguidos por uno o más términos para los azulados-verdosos (Berlin&Kay). Pero no hay acuerdo en lo que se refiere a las fronteras entre unos y otros. El galés, por ejemplo, tiene una palabra glass que cubriría la mayor parte de los "blue/green"(azules-verdes) ingleses. Mientras que el ruso divide el azul en claro goluboj y oscuro {sinji}. Y la lógica descriptiva de los modismos es todavía peor: la expresión inglesa black eyes utilizada durante un enfrentamiento de fútbol será transformada en Blaues Auge en un partido de vuelta en Alemania. Por tanto,¿qué color es la diagnosis correcta?. Simplemente, tenemos que aceptar que el significado es el uso dentro de un sistema lingüístico (convencionalizado), como ya dijo Wittgenstein. De todas maneras, la Lingüística se queda mucho más tranquila cuando aparece Saussure y su distinción entre {significante} y {significado}: el signo es independiente de su significado. (Ver también Lengua y Pensamiento)
Como se puede acceder fácilmente a las palabras, pequeñas y discretas unidades de la lengua, se ha puesto mucho esfuerzo en definir las palabras o, podríamos decir, en "prescribir" su significado etimológicamente (Isidoro de Sevilla). Existen trillones de diccionarios, enciclopedias y esquemas clasificatorios que lo confirman. Un punto de partida bastante naif sería asignar a cada palabra un referente (no lingüístico) en el mundo real pero esto solo funciona en el caso de los nombres propios (nombres) y las taxonomías biológicas o, a un nivel más abstracto, la palabras llamadas deícticos tales como yo, tú, ella, aquí, allí, ahora, ayer. Sin embargo, la mayoría de las palabras no corresponden a cosas o puntos en el espacio-tiempo, sino a conceptos. Y como estos residen en la mente, resulta fácil que dos personas tengan diferentes ideas con respecto a la misma palabra.
Una aproximación bastante neutral a una posible clasificación es la aproximación paradigmática. Funciona independientemente del referente, las definiciones, la etimología o la observación, simplemente comprobando qué palabras pueden sustituirse entre sí en el mismo contexto. Por ejemplo, el contexto "siéntate en..." nos llevará a elegir entre silla, sofá, banqueta, sillón, banco en cuanto que todos son el mismo tipo de cosa ("mobiliario para sentarse"). Además puede resultar más fácil explicar qué es una silla diciendo para lo que sirve (para sentarse en ella) que definiéndola con precisión (¿cuántas patas tiene? si es que tiene patas, claro). En cualquier caso, diferentes culturas tendrán distintas ideas de lo que es "la típica herramiente para sentarse", ya sea una silla o un tatami, y otros asientos serán descritos estableciendo sus diferencias con respecto a la silla "normal". ¿Por qué? Hay evidencias sicológicas, establecidas a través de experimentos, de que las personas extructuran su campo semántico agrupando conceptos alrededor de un, así llamado, prototipo semántico. Si le pides a alguien que te diga el nombre de una herramienta, será un martillo en la mayor parte de los casos, un ejemplo de instrumento musical será un violín, un número será el 7... pero no se trata de telepatía ni de magia negra. Es simplemente, eficacia semántica, porque resulta más fácil distinguir que definir. Los niños empiezan con prototipos como "perro" o "manzana", después descubren qué animal y fruta quieren decir gracias al aprendizaje, el uso, si el concepto X se acerca más a un "perro" o de una "manzana". Esta es la razón por la que para muchos niños los gatos son perros durante un tiempo (graciosos y peludos), y los tomates son manzanas (redondos y rojos).
La semántica formal estriva en reducir expresiones a estados que posean valores de verdad definibles, cuantificaciones o parecidos. Lo ideal sería que dichas proposiciones pudieran ser interpretadas con la ayuda de la lógica matemática y el razonamiento. (Todos los políticos mienten y todos los mentirosos engañan en lo que a impuestos se refiere -> si alguien paga sus impuestos, no es un político).
Otra aproximación menos formal, es medir el significado, por ejemplo clasificar a los mamíferos a través de características graduables tales como el "tamaño", "cómo de feroz es el animal". Esto dejaría a los leones y tigres en un rincón del diagrama, a los elefantes y jirafas en otro, los gatos y hurones en un tercero y ratones y conejos de noruega en el último. A un nivel más sistemático, las palabras pueden ser descritas como paquetes binarios de características semánticas "atómicas". Por ejemplo, es posible describir vehículos como: +movimiento, -vida, mientras que los animales son: +movimiento, +vida, y las plantas: -movimiento, +vida.
El Estructuralismo ha tenido una gran influencia en la Semántica moderna, y ve la lengua como una red de relaciones sistemáticas. Basándose en el principio de composicionalidad, la Linguística intenta transferir relaciones semánticas a relaciones sintácticas entre significados de palabras. La diferencia entre paint a red house (pintar una casa roja) y paint a house red (pintar una casa de rojo) puede ser inferida del orden de las palabras: red (rojo) forma parte de una frase nominal (red house (casa roja)) en el primer ejemplo, pero forma parte de una oración independiente en paint- house-red, el segundo ejemplo. Semánticamente esto se reduce a si la casa era roja antes de ser pintada o después. De forma similar, las lenguas romances explotan semánticamente la posición del adjetivo. Así, en portugués um cargo pesado es una carga pesada, mientras que um pesado cargo es un trabajo duro, pesado.
Todas las ciencias descriptivas empiezan haciendo clasificaciones y la Semántica no es una excepción. Uno de esos sistemas de clasificación semántica es un tesauro, otro es el índice de temas numérico de una biblioteca. Fuentes de Lingüística moderna como Wordnet y las ontologías distinguen entre diferentes relaciones, tales como
Debido a que los idiomas no son previsibles, no se puede simplemente afirmar que las clasificaciones lingüísticas imitan fielmente las clasificaciones biológicas o que son iguales en todos los idiomas. Por ejemplo: los delfines biológicamente son mamíferos, sin embargo, desde el punto de vista lingüístico se clasifican como peces. En la lengua inglesa las patatas se consideran verdura, pero no lo son Kartoffeln/kartofler ni en la lengua alemana ni tampoco danesa.
Un concepto de clasificación semántica muy útil pedagógicamente es un campo léxico{b/} que agrupa por ejemplo las palabras referentes al cuerpo, al golf o a la casa. A veces un campo léxico corresponde a una clasificación tipo Es un/una (por ejemplo las profesiones). Pero a menudo los elementos de un campo léxico no están restringidos ni por la hiponimia ni por la clase de palabra. Así, el campo léxico del caballo contiene no sólo los pura sangre, sementales, jumentos y Trakherner , sino también herramientas (como las sillas de montar), partes del cuerpo (pezuña) y acciones (criar, galopar, relinchar).
Tradicionalmente, ambas ontologías, tanto los WordNet como los campos léxicos han sido creados a mano, por lingüistas que se apoyaban plenamente en la introspección y el conocimiento de las palabras. Este método, de alguna forma subjetivo, ha sido perfeccionado y a veces reemplazado por otros recursos generados por ordenador que utilizan enormes recopilaciones electrónicas de textos (como internet), análisis gramaticales automáticos y estadísticas. Por ejemplo, existen campos léxicos generados automáticamente bajo la forma de redes de co-ocurrencia (Leipzig Wortschatz), o diccionarios combinatorios (DeepDict, Sketch Engine). Lo que hacen éstos es extraer lo que puede (a) ser , por ejemplo, un caballo (salvaje, oscuro, de madera, de Troya), (b) hacer (relinchar, galopar, trotar) o (c) se le puede hacer (atar, cepillar), simplemente analizando frases donde la palabra caballo tiene la función sintáctica de núcleo de un sintagma nominal, de sujeto o complemento.
La mayoría de los sistemas de clasificación arriba descritos obedecen a la afirmación hecha por J.R Firth en 1957 según la cual conocerás una palabra por sus compañías. Dicho de otra forma, la Semántica tiene mucho que ver con el uso de las palabras y el sistema lingüístico. Las palabras adyacentes se asocian formando colocaciones. Algunas de ellas son fijas y pueden ser consideradas unidades semánticas únicas punto de vista, plantear problemas mientras que otras son compuestas pero no fijas (montaña alta, temperatura alta, mar alta, traición alta).
Pero las asociaciones de palabras no se limitan a las colocaciones. En particular, los verbos crean emplazamientos semánticos para sus argumentos sintácticos. El verbo acariciar,por ejemplo, crea un emplazamiento para un sujeto (humano) que será el agente, y un objeto que será una entidad "animada" (persona, animal o parte del cuerpo). En la frase "Pedro acaricia a Rosa", Pedro realiza el papel semántico de AGENTE, y Rosa, en tanto que entidad animada, de PACIENTE.
Una forma elegante de explicar las metáforas sería considerarlas como una incompatibilidad entre los emplazamientos y las palabras que los ocupan, siendo estas últimas las que fuerzan a hacer una interpretación metafórica de los emplazamientos. Por ejemplo, se realiza una transferencia teórica del carácter animado a conceptos inanimados cuando un poeta habla de una brisa cálida que acaricia su piel desnuda (brisa = AGENTE), o los dedos de un músico que acarician las curvas de su guitarra (guitarra = PACIENTE).
Por supuesto, una visión funcional de la Semántica no debe interactuar solo con la Sintaxis sino también con la Pragmática y la Lingüística Social. Así, el sentido pragmático (entre paréntesis) de los siguientes ejemplos no es explícito y puede solo derivarse del contexto pragmático:
Estaré en la entrada (= esperándote, no te muevas)
¿Has dejado de engañar a tu novia? (= solías hacerlo)
La manipulación del significado pragmático es tanto un arte como una poderosa herramienta lingüística. El pobre chico del último ejemplo se meterá en un lio tanto si contesta que sí como que no. El humor, en particular la ironía, se puede conseguir proyectando una interpretación y después cambiando el significado de la afirmación modificando su contexto, lo cual convierte en negativo un enunciado positivo:
Brasil es el país del futuro (y siempre lo será)
¿Qué opinas de la democracia en Zimbabwe? (Pienso que sería una buena idea)
África fue descolonizada de una democrática: una persona - un voto (una sola vez)
Finalmente, la elección de formas lingüísticas específicas debería venir dictada por las normas sociales. Los japoneses tienen muchas maneras de decir yo, la formal watashi, la coloquial washi (masculino) y atashi (bonito y femenino). Una reciente complicación sociolingüística en francés es la abolición de la forma Mademoiselle (señorita) que servía para designar a las mujeres solteras, quedando solo Monsier (señor) y Madame (señora). Tratándose de Francia, muchas mujeres no han apreciado en absoluto el haber sido relegadas a lo que ellas perciben como un conjunto de trazos semánticos: +vieja, -atractiva.